Rapiditos y buses en honduras. (Aventura Extrema)


¿Cansado de no tener emociones extremas?
¿Deseas darle un giro a tu vida?


 


¡Ven a Honduras y súbete a un rapidito o bus y siente la adrenalina al máximo, te sentirás 10 años más joven!
¡Siente la emoción de no saber lo que sucede en los buses de las fantásticas rutas paraíso-Mercado, o Cerro grande-unah-sosa en Tegucigalpa!
 ¡Conéctate con tu lado espiritual al desprenderte de lo material en las maravillosas rutas 7 y 4 de San Pedro Sula!


¿Se han preguntado por qué no tengo carro? No es porque no tenga dinero (Bueno, realmente si es por eso…) pero es también porque disfruto los grandes beneficios de viajar en transporte público como la economía, la facilidad para bajarme cuando hay tráfico, pasar por los lugares caminando y sobre todo porque viajar en bus o rapidito es pura adrenalina.

Y es qué la emoción principal de esta aventura radica en no saber si vas a llegar tu destino, el tener constantemente el corazón en la mano cuando se suben dos o más sujetos a un rapidito, el estar constantemente viendo raro a alguien que saca la cartera de manera súbita, en mi país la vida está devaluada, te pueden matar por 10 lempiras, es más a veces simplemente estabas en el lugar y momento no indicado y puff. Te tocó, casi igual de trágico que un paro cardiaco, viajar en bus o rapidito aumenta las probabilidades de qué te suceda algo malo y eso hace qué sea una experiencia intensa, generalmente esta experiencia intensa va acompañada por un toque bizarro proveniente de las ironías, el otro día me subí a un bus que tenía un televisor plasma carísimo, y los asientos todos oxidados que si hubiese andado una herida fijo me da tétano, casualmente podía ver los baches en 3D por los inmensos agujeros que tenía debajo de mis pies, y es que si se me hubiese caído el cel lo hubiese perdido para siempre.
Señores “buseros” ¿Por qué no mejoran los asientos o la infraestructura mejor?, otra cosa bizarra es escuchar en medio de ese caótico entorno a artistas o sujetos desafinados que nos “vienen a cantar una canción”:
Y hablan súper gracioso, dividen las palabras en sílabas y cómo cantadito y ensayado.
¡Muy buenas tardes, da-mas y caba lleros, el día de hoy, sho les venn gooo a can taar una cán ciión.!
Ahora imaginen a un sujeto con dos latitas con piedras que al agitarse suenan: “Shuku, shuku, shuku.”
Y con el “shuku shuku” empieza  cantar:
Alabaré alabaré alabaré, aaalabaré a mi siiiñooor..
Y a-ho-ra voy a pa-sar por ca-da u-no de sus asien-tos pidién-do una cola-bora-ción,  lo que ten-ga volun-tad.

Al 99% de los cantantes les regalo un peso por lo menos, de hecho, cuándo son niños, me gusta escuchar las melodías y sobretodo ver cómo se esfuerzan por ganarse la vida, otro persona en los buses son los que trabajan de “vivos”, en la ruta Altos de Santa rosa o Reynel Funez se sube un sujeto que es de ceiba o eso dice en sus monólogos, todos los día los cambia, la primera vez nos contó que sufrió un terrible atraco de unos bandidos piratas etc.
Luego que la hija tenía leucemia y necesitaba un trasplante del corazón
Luego que un hijo tenía una pierna rota, luego qué un mapache le arrancó la oreja y andaba ajustando el tape para pegársela, luego qué el 15% lo dejó pobre etc, y así se inventa unas perras qué yo creo que debería de trabajar en la rosa de Guadalupe, la última que le escuché necesitaba una prótesis de 20 mil dólares, lo interesante de este “artista”  es que siempre le pone un toque dramático a las historias, siempre termina con un:
“y sólo me faltan 100 lempiras y yo espero con su colaboración con lo qué Dios les dé que pueda terminar de ajustar la prótesis para mi hija”
Pero ni la teletón se mercadea así, no falta el pendejo que saca los 100 lempiras y siente que ya tiene un lugar en el cielo y que le ha cambiado la vida al sujeto.
Cómo lo veo por lo menos dos veces a la semana según  lo que recuerdo él tiene: Dos piernas rotas, 8 fracturas, cada tres días lo asaltan, 3 hijas enfermas mortales, 2 hijos con graves problemas, su mamá y tías con insuficiencias renales y un bebé en estado de coma desde hace casi un año, todos en el materno infantil.
Un toque elegante, es qué últimamente agradece a Hable como habla  porque le dieron un espacio para contar su historia.. (Lleva con esta paja por lo menos un mes, qué famoso.)
Yo le doy 2 o 1 lempira cuándo veo que ha ensayado bien la historia y qué tiene congruencia, lo veo más cómo una obra de teatro.

Y es que uno en Rapidito o buses aprende un montón de anécdotas, hoy iba en el último asiento hacia el centro y un sujeto en patines se agarró de la ventana del bus la cual estaba vacía, el rapidito arrancó y aceleró un montón y el tipo iba cantando, creo que era reggee yo juré que se iba a morir, pero luego se soltó como dando un brinco y le pasó al rapidito, dio un extraño giro por el obelisco. (La peripecia del tipo me hizo suponer que hacía eso a cada rato.)
En otra ocasión unos sujetos iban bebiendo en la última parte del bus, eran extraños, uno llegaba y le regalan una cerveza, así cómo: ¡Hey, bienvenido al último haciendo querés una birria?, si, suena loco, pero así era, casualmente en el asiento de adelante había una piedrota inmensa, no sé cómo llegó ahí pero un chavo iba sentado en la piedra, y cuándo se bajó y otro sujeto tomó su lugar se enojó y dijo:
¡Jue puta, y esta mierda que es!
Y la arrojó `por la ventana y los que iban bebiendo pasaron bromeando todo el trayecto de cómo el compa anterior pudo ir sentado en la “turunca”, tranquilo… etc.

Hace un año en un bus de San Pedro Sula  a Progreso, yo dí mi asiento a una anciana que se miraba que rondaba por los 80 años, y una sujeta se sentó en él, antes de qué la anciana lo hiciera, el hombre que iba a la par de ella, le dijo: Señora, el joven se acaba de levantar porque quería que la abuelita se sentara.
¿Y es que este es tu asiento también pues?
Le dijo la doña enojada, cedió el asiento pero empezó a pelear, a decir que era una mujer de campo y gritaba y ¡Qué barbaridad que no hay asientos etc.! Y estaba va de gritar cómo de esos loquitos de la calle, el cobrador le dijo:
Mire doña, si es delicada compre carro.
Jodás tonto, le soltó un golpe al cobrador en la cara, el bus se paró y el conductor junto con el cobrador querían bajar a la doña del bus pero esta gritaba: Soy una dama mientras lanzaba patadas se aferraba del tubo, llegó la policía y preguntó ¿Qué estaba pasando?
Pues mire, es que el joven. Y me señalaban cada vez que explicaban la historia.
¿Entonces todo comenzó porque este joven cedió su asiento?
Preguntó el policía, y si, al final la doña se quedó en el bus, la abuelita se bajo a esperar otro, y yo iba así como con pena en el bus.

La abuelita a la que le cedí el asiento era tan adorable cómo esta imagen.

En otra ocasión por metromall, el rapidito, estaba llenando y una doñita de contextura obesa empezó a pegarle a la lata del rapidito y gritaba:
 ¡Vámonos ya, que tengo qué ir a poner frijoles”
YA nos vamos  a ir señora, tengo que llenar..
Esto es un rapidito, debés arrancar ya..
Deje de pegarle a la lata del carro.
No, le voy a seguir pegando porque me quiero ir, arrancá.
¿Me va usted a pagar los otros asientos  vacíos?
Cipote tonto, de rapidito no tenés nada, tal vez con tu mujer maje.. etc.
Y por un momento, yo que iba en el asiento de adelante sentí qué me iba a ir mal, porque apagó el motor el conductor, y cómo que se paró, en ese momento yo empecé a rezar y dije:
¡Fijo me voy en la colada, a lo mejor anda armado! Y es que el problema es la mala puntería qué no creo que haya sacado un curso de balística o disparo, más bien es “cómo salga”, pero gracias a Dios sólo se bajó del bus y compró un cono, para comérselo lentamente mientras la doña gritaba y le pegaba a la lata…

Creo que la más divertida es una vez cuándo estaba en el colegio y convencí a una amiga de Antares de subirse en bus, nunca se había subido a uno, y cuándo el cobrador pasó pidiendo el pasaje por su asiento, ella empezó a llorar, si. A llorar.
Y dijo:
-Noo, por favor no se lleve mis cosas, nooo por favor.
“Pasaje chavala”
Pero ella no escuchaba, estaba muerta del pánico.

Imagen para ejemplificar a la alera llorando. XD

Yo le dije al cobrador, yo le pago compa.
Y el continuó cobrando, yo me acerqué a ella y le expliqué que él muchacho no era un ladrón, y el cobrador empezó a sermonearla etc.
Claro, ella hasta el día de hoy niega que lloró, pero el cobrador, las personas que iban en ese bus y Dios están de testigos que eso pasó….

Y así podría contar miles de anécdotas de viajar en bus o rapidito, pero ya no los quiero aburrir esto es el nivel uno del tour Montalvo, cuando pasan este nivel. (Si sobreviven y logran  acostumbrarse) están listos para el nivel dos, qué es extraviar o gastar el dinero en comida y hacer estas mismas rutas a pie… pero eso es otra historia, ahí se las cuento en otra ocasión.

He  decidido que voy a escribir más, a darle mantenimiento a mi blog, por lo menos una entrada una vez a la semana, si me encantaría saber  ¿Qué Experiencias han tenido en rapiditos?  Si han tenido una experiencia similar, sin importar quién sean, déjenme un comentario  por favor.

Si les causó algo de gracia esta nota, compártanla en su facebook o en el facebook o twitter de algún amigo (a), que alguien más se ría de ella, pueden seguirme en los links que están al lado lateral derecho.
 

Nos vemos gente, cuídense mucho y éxitos en todo.

Monty hn

Eduardo Montalvo es un Bloguero y autor Hondureño.

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